Las momias de Llullaillaco o Niños del volcán: El Niño, La Doncella y La Niña del Rayo. Historia No Oficial: Antes de pasar a la «hazaña», le doy prioridad a las VOCES de los herederos de esta milenaria cultura y a otros científicos y periodistas con respecto a este descubrimiento: 

Carlos Vara, delegado de la comunidad Suri-diaguita-calchaquí, declaraba en 2010 en referencia a la exposición de los cuerpos: «No sólo violaron la tumba de nuestros ancestros, sino que no vemos ningún beneficio, porque ellos cobran entradas»

¿Por qué no exhibir -por razones educativas y de curiosidad- algún ancestro del siglo pasado de los arqueólogos o directores de museos, con los objetos personales con que fueron inhumados?’ se preguntaba un lector del Diario La Nación por ese año.

Antonio Mercado que estuvo en la expedición, expresaba al respecto en 2009: «Hasta que no se les devuelva lo que les corresponde a las comunidades, este hallazgo seguirá siendo un saqueo cultural y arqueológico”. Para las comunidades originarias de Tolar Grande, en Nazareno, en Santa Victoria, en Iruya y en la Puna de Jujuy, vivieron el hallazgo con una intromisión, como una profanación.

El pueblo Coya que habita en las inmediaciones del Llullaillaco hicieron, en ese entonces, manifestaciones frente al MAAM para reclamar el patrimonio que les pertenece. Ver completa «La Otra Historia de las Momias de Salta» de Alejandro Ahuerma (2009) Revista Crítica: http://www.calchaquimix.com.ar/Llullaillaco-la-otra-historia.html

Hay una interesante editorial sobre la praxis en este tipo de descubrimientos, como la de los «Niños del Llullaillaco». La misma la podrán leer en la Revista Ciencia Hoy «Ética, ciencia y divulgación» (Nº51 MARZO/1999) http://www.cienciahoy.org.ar/ln/hoy51/editorial.htm

Los reclamos por la restitución están amparados por la ley 25.517, sancionada en 2001, que establece que “deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen, los restos mortales de aborígenes, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas”.

El documental “Niños momia sacrificados en Salta”, de la National Geographic.

No fue un sacrificio por Katia Gibaja, presidenta de la Academia de Quechua Qollasuyo Salta

«Es errada la interpretación de los sacrificios humanos y de las muertes ofrecidas a los dioses. Debemos pensar que, en ese momento, las culturas americanas enfrentaban la llegada de los españoles, que arrasaron con pueblos indefensos, que intentaron desarrollar el tema de la conservación para salvar a sus hijos.

Al depositarlos en lugares como el Llullaillaco, intentaron preservar sus vidas. El ritual de Qhapaq Qhocha tiene un significado muy diferente al que le dieron la mayoría de los que escribieron sobre este tema sin conocer el idioma.

“Qhapaq” significa rico, poder, fuerza; “Qhocha” es agua en grandes cantidades. Una traducción sería: “Es la fuerza, el poder y la riqueza del agua para poder conservar la vida”. No hay signos de violencia en los cuerpos, esto está comprobado por tomografías computadas y resonancias magnéticas.

Historia Oficial.

Llullaillaco, en aymará significa «agua caliente»; en quechua «agua engañosa» las cuales se encuentran a más de 5.500m.

Llullaillaco es un volcán ubicado en la Cordillera de los Andes, en la frontera de Argentina y Chile, entre la Provincia de Salta y la Región de Antofagasta, siendo la sexta montaña más alta de América y el cuarto volcán más elevado del planeta. Es también el sitio arqueológico más alto del mundo.

DESCUBRIMIENTO (F1)

El viernes 26 de febrero de 1999 partió de la ciudad de Salta un equipo de investigación dirigido por el Dr. Johan Reinhard e integrado por catorce personas: dos estadounidenses, seis argentinos y seis peruanos.
Fue financiado por la National Geographic Society de Washington, USA.

(F2) Los Incas veían a las montañas como la materialización de sus deidades, por tal motivo y desde siempre le rindieron tributo, brindándoles ofrendas y plegarias.

En el santuario de la cumbre, a 6.715 m. de altura, encontraron una “choza doble”, cabaña techada en la que se presume que los sacerdotes Incas pasaron la noche antes de la ceremonia. Las tumbas y las ofrendas fueron halladas sobre un promontorio en una plataforma de 6 por 10 metros.

Uno de los cuerpos (“El niño”), de aproximadamente siete años de edad, se hallaba sentado sobre una túnica de color gris y su rostro dirigido hacia el sol naciente.

Como todos los varones de la élite incaica, llevaba el cabello corto y un adorno de plumas blancas sostenido por una cuerda de lana enrollada alrededor de la cabeza. Entre su ajuar se encontraba una caravana de llamas en miniatura conducida por hombres finamente vestidos.

La víctima enterrada en la tumba norte era una joven mujer de quince años (“La doncella”), que llevaba un tocado de plumas blancas. Estaba acompañada de una túnica tejida, de objetos de cerámica de formas y estilos típicos incaicos y de elementos textiles tales como chuspas, fajas arrolladas y una pequeña vincha.

En su rostro aún conserva restos de pigmento rojo y en su boca pequeños fragmentos de hojas de coca. Presentaba keros de madera en miniatura, un peine de espinas y trozos de carne seca o charqui. De su tumba se recuperaron asimismo estatuillas femeninas de oro y plata.

En la tercera tumba se descubrió el cuerpo de una niña de seis años, dañado por la descarga de un rayo. La “Niña del Rayo” se encontraba rodeada de varios elementos de cerámica en miniatura, de típico estilo incaico. Llevaba consigo bolsas, mocasines de cuero y sandalias, vasos y un conjunto de estatuillas femeninas alineadas. Estaba sentada, con las piernas flexionadas y la cabeza erguida mirando al suroeste.

Los tres cuerpos congelados conservaban todos sus órganos internos intactos tras medio milenio de su muerte, han sido consideradas las momias precolombinas mejor preservadas conocidas hasta la fecha.

Además de las tres momias, ricamente ataviadas en textiles cumbi, se recuperaron más de 80 objetos, que formaban parte del ajuar colocado en las tumbas; o que habían sido enterrados como ofrendas.

Los «Niños del Llullaillaco» fueron declarados «Bienes Históricos Nacionales» y la cima del volcán «Lugar Histórico Nacional» en 1999, por la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos de Argentina.

El Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta fue creado especialmente por este descubrimiento. En el año 2007 se realizó la primera exhibición para el público. Hoy, son la mayor atracción turística de Salta…

“La cultura es en muchos casos materia prima para el turismo”, expresó en 2009 el Secretario de Promoción y Desarrollo Turístico Provincial

Fuentes consultadas

(F1) Museo de Arqueología de Alta Montaña
(F2) Pueblos originarios Sitios arqueológicos
Wikipedia
Diario Salta Libre (2010)
Revista Ciencia Hoy (1999)
Imagen: Fundación Ecos de la Patria Grande